El calentamiento global
Últimamente nos estamos enfrentado a uno de los mayores problemas que podría estar surgiendo en los últimos años de nuestra era y que podría ser el mas devastador para las futuras generaciones, el Calentamiento global.
El calentamiento global es provocado por diferentes agentes como se podrían mencionar: los gases de efecto invernadero como el CO2, el CFC, el metano, etc.
Según
Byron David este efecto invernadero (o calentamiento global) es producido por
las actividades humanas industriales que arrojan a la atmósfera más dióxido de
carbono (CO2) del que nuestro planeta está dispuesto a soportar y procesar, el
80% de los gases de efecto invernadero que producen el cambio climático están
relacionados con la producción y consumo de energía.
Las
emisiones consideradas en algunas actividades por su gran incidencia en el calentamiento global son: Dióxido de Carbono
(CO2), Oxido Nitroso (N2O), Metano (CH4), Hidrofluorocarbonos (HFC).
Los siguientes procesos son primordiales en el calentamiento global
Toxicidad
La
toxicidad es el grado de incidencia peligrosa en el entorno biótico fruto de
sustancias que por su composición se consideran toxicas.
El
petróleo y sus derivados impactan de forma negativa a gran parte de los
organismos del entorno en donde son utilizadas estas sustancias, el estudio de
esta categoría es de importancia por estar presente en actividades de la
construcción del acueducto. A raíz de las investigaciones realizadas se
edificaran las actividades que producirán elementos tóxicos para los seres
humanos.
Entre
las actividades que generan gases como: CO2, NO2, etc.; se pueden mencionar:
·
Excavaciones.
·
Reposiciones de
materiales.
·
Carguío y acarreo de
material.
·
Entre otros.
En
la etapa de construcción o de operación que producen toxicidad se presentara
los hidrocarburos producidos por los combustibles, rayos gamma entre otros.
Eutrofización
La
eutrofización es una de las consecuencias de los procesos de contaminación de
las aguas en ríos, embalses, lagos, mares, etc.
Este
proceso está provocado por un exceso de nutrientes en el agua, principalmente
nitrógeno y fósforo. Las consecuencias son ríos con mucha vegetación y otros
organismos que agotan el oxigeno del agua y que llevan a la ausencia de vida en
ella. Sus características son mal olor, ausencia de peces y, en general, poca
calidad de las aguas. Los efectos son particularmente graves cuando afectan a
aguas con destino al abastecimiento urbano. Los aportes adicionales de
nutrientes, fósforo y nitrógeno, a las aguas proceden mayoritariamente de los
retornos urbanos, de ciertas instalaciones industriales y del uso creciente de
fertilizantes y pesticidas en la agricultura. En principio, parece lógico
pensar que un aporte añadido de nutrientes al ecosistema acuático podría
favorecerlo, pero no es así ya que estamos hablando de excesos manifiestos de
nutrientes. Como siempre, estos ecosistemas se desarrollan en un perfecto
equilibrio y, el hombre, con sus actividades, interfiere en ellos, en este
caso, aportando este exceso de nutrientes. El problema radica en que si existe
un exceso de nutrientes, las plantas y otros organismos crecen en abundancia.
Cuando mueren, se pudren y aportan importantes cantidades de materia orgánica,
llenan el agua de malos olores y le dan un aspecto nauseabundo, descuidado, lo
que provoca una disminución drástica de su calidad. Durante su crecimiento y su
putrefacción, consumen una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas dejan
de ser aptas para la mayor parte de los seres vivos. El resultado final de este
proceso resulta un ecosistema casi destruido.
Acidificación
Las
emisiones de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, como ya se ha visto,
contaminantes secundarios, que son los finalmente responsables de las
deposiciones ácidas. Si bien hay emisiones naturales de aquellos gases, su
origen es fundamentalmente antropogénico y se origina en la generación
eléctrica a partir de combustibles fósiles, principalmente fuel y carbón, en
los vehículos de transporte terrestres, pero también en buques; también se
originan en los sectores agrícola y ganadero.
La
acidificación causa daños sobre materiales por corrosión y, consecuentemente,
en monumentos y edificios, sobre la salud humana y sobre diversos ecosistemas,
tanto lagos -especialmente en los que se encuentran sobre lechos neutros o
ligeramente básicos- y ríos, como bosques -por defoliación, reducción de la
productividad primaria, inducción de enfermedades- y mares -reducción de la
producción pesquera con una reducción, en definitiva, de la biodiversidad.